Bueno, los fines de semana ya de por si, el hecho de romper la rutina hace que me sea más difícil seguir la dieta, no por los alimentos sino por los sobres. A parte que nos gusta mucho lo de desayunar, almorzar y cenar fuera...
Por la mañana me tomé mi chocolatito.
A media mañana me fui al parque a jugar a badmington con mi hijo. Lástima que hacía un poco de viento, pero al menos me moví durante media horita.
Siguiendo los consejos de mi doctora, nos fuimos a hacer el aperitivo al bar, y yo me pedí una latita de berberechos al natural y una coca cola zero. No teníen berberechos así que comí almejas. Ohh que rico, y poder hacer aperitivo es un gran qué!
A mediodía me hice una ensalada con lechuga iceberg, escarola, pimiento verde, pepinillos y 6 tomates cherry (48 gr.) Poder poner tomate a la ensalada es un lujo! Le cambia totalmente el sabor. De segundo me preparé las delicias de pollo al horno. Esta vez como vi que me quedaba de nuevo demasiado "aguado" y que no me saldrían las bolitas, puse el papel de cocina en una fuente pequeña de pyrex, y extendí la masa, pretendiendo que me quedara en plan hamburguesa. Estaba delicioso! La otra vez lo comí hecho de la noche anterior, pero esta vez así calentito... si hasta tenía sabor como de pollo a l'ast!
Y a media tarde, el cumpleaños... Por suerte no tenía nada de hambre, y eso que los bocadillos eran tentadores. Pero yo con mi cocacola zero fui totalmente capaz de ver como los otros comían sin tener ansiedad ni malos rollos. Cuando sacaron el pastel, yo ya tenía preparadas mis natillas de chocolate, muy frías (ahora que empieza a hacer calorcito las dejo en el congelador y quedan la mar de bien). Pues eso, le puse la vela a mis natillas y eso fue mi trozo de pastel!
Por la noche había partido Barça-Madrid, y nos invitaron ir a un local a ver el partido. Yo no me preparé nada de cena porque pensé que una ensalada mela prepararían, y no... salí a ver los súpers de los alrededores, pero ya estaban cerrados, y ningún restaurante mela preparaba para llevar, así que, o cenaba sola mientras el resto veía el partido con un bocadillo comprado en el local, o me tomaba una cocacola zero, y aguantar hasta llegar a casa. La segunda opción fue la que escogí. Pasé algún mal momento, pero momentáneo. Al llegar a casa, ya era demasiado tarde para ponerme a cenar en la mesa, así que me preparé un chocolate, y me lo tomé en la cama.
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